Quizás se nos puede echar en cara lo tardío y apresurado de la propuesta sindical. Y hay que reconocerlo, ciertamente se nos ha echado el tiempo encima. Pero habría que añadir a renglón seguido, que no ha existido premeditación ni en las formas ni en el fondo. Vamos a intentar explicarlo.
De forma espontánea, un grupo de policías, sin ideas preconcebidas y decepcionados por los despropósitos continuos que se vienen produciendo en la tarea sindical: Negociación de la RPT; ejercicio abusivo de las horas sindicales; improvisación y excesiva personalización en las negociaciones...; se plantean si no es posible hacer algo distinto.
Rápidamente se marcan unas líneas básicas de trabajo. Y a partir de ahí, se van deduciendo sin excesivas complicaciones, una NUEVA FORMA DE ACTUAR. Sencillamente:
Postulamos una negociación con la Administración que obedezca a una planificación anual, con objetivos anuales y trimestrales, que se clasifiquen en orden a su importancia y se publiquen para general conocimiento. Se trata de promocionar, pero acotar el lógico intercambio de propuestas y contrapropuestas. Se acabó la negociación improvisada, dilatada, o como ha pasado en demasiadas ocasiones, sin que las distintas representaciones sindicales plantearan ideas o alternativas.
Planteamos que la labor sindical nace de un ejercicio asambleario, motivador, e ilusionador, en el que un grupo amplio se reparte las tareas y no precisa que nadie se convierta en el Mesías o en el Liberado Sindical de por vida. Queremos demostrar que es posible la realización de una correcta e imaginativa labor sindical, sin el sobrecargo exagerado que se ha producido en los últimos tiempos en el colectivo policial, en los que el 80% de las horas sindicales de la plantilla municipal se toman por unos pocos policías, que producen un recargo excesivo en aquellos compañeros que no tienen representación sindical.
Consideramos que no se debe renunciar desde una postura ética y comprometida a plantear una jubilación digna.
La carrera profesional del policía no puede evolucionar a golpe de pito, se requieren una sistemática clara en la que no se dependa de deciciones arbitrarias y subjetivas, sino que tenga en cuenta criterios justos y objetivos en los que prime el esfuerzo personal.
Definitivamente, en los difíciles tiempos en los que estamos, bajo una terrible crisis, con sistemáticos retrocesos sociales aderezados por un interesado desprestigio del funcionario, se hace necesario contar con un sindicato que logre aglutinar las distintas concepciones y, que tenga la virtud de constituirse como el interlocutor en el que el colectivo se encuentre plenamente identificado.
POR TÍ Y POR TOD@S
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